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!!!Qué corto se me ha hecho!!! Me he vuelto a leer este libro bastante rápido. En unos diez días he devorado las páginas por la noche, llevando mi imaginación junto a la de Quintín, el protagonista del libro. Como en Zalacaín el Aventurero, la figura del héroe vuelve a aparecer. Durante todo el libro, Quintín sale victorioso en todo aquello que se propone...pero no en el tema amoroso, donde el libro termina con un gran deseñgaño vital del propio héroe. No todo es compatible, y la acción en la vida, se contrapone, a la estabilidad personal y emocional....: !Ah, pobre Quintín! -murmuró- Aquí no te han valido tus argucias y tus tretas. ¿No eres bueno? no puedes entrar en el paraíso. Aquí no tienes que luchar con bolsistas, ni con políticos, ni con gente de mala fe. Es una chiquilla que no sabe del mundo más que lo que le dice su corazón; la que te ha vencido, Quintín. ¿No eres bueno, pobre hombre? Ha sido increíble el poder volver a leer este libro y pasear por las calles de Córdoba como Arco Real, Gran Capitán, La Magdalena, La Plaza de los Caños, El Palacio de los Urive, la Corredera, la calle Osario.....Pasear por un Campo de la Verdad todavia virgen, lleno de casuchas donde vive el bandido Pacheco... y pensar que en un futuro se erigirá el Palacio de Congresos.....me ha entrado nostalgia....y no sé por qué porque siempre conocí aquella zona construída, pero se me ha hecho tan claro en la mente, que quizás el arquetipo me está jugando "una buena pasada" ...y en relación a lo que hablamos de vez en cuando sobre el estado de la ciudad, nada mejor que una frase del padre de Springer, el relojero de la calle Gondomar: Aquí no se puede intentar nada nuevo porque sale mal. Aquí nadie pone nada de su parte para sacudir esta inercia. Aquí nadie trabaja Ahí queda eso....y lo escribió Baroja en 1905, hace ahora 98 años..... ¿Ha perdido Córdoba un siglo?. Fiel reflejo de la sociedad española y por tanto de la cordobesa, tal y como también recoge este, el comentario de La Ilustración Liberal sobre la figura de Pío Baroja.
