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Una de las cuestiones que hemos aprendido en los últimos años es que la revolución digital brinda la posibilidad a todo tipo de comunidades de poder superar la brecha, el diferencial entre diferentes ciudades, regiones, paises. Gracias a la Sociedad del Conocimiento, las diferencias entre diferentes regiones pueden cambiar totalmente. En alguna que otra ocasión escribimos sobre ésto hace tiempo, y de cómo los centros de innovación del siglo XXI cambiarían radicalmente de los que se habían visto en el siglo XX. A través de un más que excelente blog, Worldchanging, leemos un artículo que viene a hablar sobre esto mismo. Nos hablan de cómo personas en el tercer mundo están enseñando literalmente a personas en el primer mundo, el uso de herramientas como Skype. Es decir, que los centros de innovación del futuro, las ciudades punteras que vienen, no estarán en grandes y enormes ciudades que tienen acceso a materias primas básicas del siglo XX, sino que estarán en diferentes puntos y ciudades que sean capaces de capitalizar el conocimiento de sus propios ciudadanos, de ahí, que entre otras materias, la conectividad sea tan básica. Modestamente citamos como ejemplo la empresa en la que estamos involucrados, Blobject. Ser la primera empresa del mundo que ofrece un coche eléctrico equipado con un asistente tecnológico y hacerlo en una ciudad como Córdoba, es una prueba inequívoca, que el mundo está cambiando. ¿Sería posible pensarlo hace unos 20 años? Cuando el mayor activo del siglo XXI es el conocimiento, y éste se encuentra a disposición totalmente libre del conjunto de la sociedad, cualquier comunidad tiene a su disposición el futuro. Que cambien nuestras sociedades es una responsabilidad de una generación en ciernes. Desde todos los ámbitos debemos apoyar su consecución, pero teniendo siempre claro, que seremos lo que queramos ser.
