(Columna leída en Radio Córdoba) Esta semana, como temas de análisis en la columna, se había planteado el porqué Córdoba no cuenta con un autobús turístico como el que cuentan tantas y tantas ciudades. Por mi conocimiento profesional del sector y de la realidad cordobesa durante los últimos cinco años, pensé, ¿qué versión les contaría a los oyentes si tuviera que hacerlo? ¿La versión oficial, la light o la cruda realidad? Si optara por la versión oficial diría que los poderes fácticos de la ciudad piensan que Córdoba es una ciudad con calles muy estrechas, que no está configurada como para ser visitable por parte de un autobús turístico al uso y que, desde el año 2005 está aprobada en pleno la puesta en marcha de un trenecito para la ciudad de Córdoba y que ya saldrá más adelante.
Si optara por la versión light contaría que el Ayuntamiento y otros poderes fácticos de la ciudad, a pesar de querer promocionar el turismo y las visitas a la ciudad con uno de los cascos históricos más grandes de Europa, entienden que con la gama de servicios de movilidad existentes para visitantes como los coches de caballos, taxis o el coche de San Fernando, introducir un autobús turístico podría no ser conveniente...pero que lo están estudiando y que seguro se realizará. Que de hecho en el año 2005 se aprobó la puesta en marcha de un trenecito para la ciudad de Córdoba.¿Y si optara por contar la realidad que ha vivido unos empresarios que yo me sé? Pues contaría que se presentaron diferentes proyectos al Ayuntamiento: uno sobre una red de minibuses eléctricos dotados con tecnología para visitar las zonas que no se conocen de la ciudad; otro relativo a la creación de una plataforma de información y servicios de movilidad sostenible para los turistas en la ciudad u otro de la creación de un tranvía eléctrico turístico. Todos estos proyectos no costaban un duro al Ayuntamiento y significaban una apuesta por el turismo, por la innovación y por ser pionero a nivel mundial en ofrecer servicios de movilidad sostenible y de base tecnológica. Todo eso en el año 2006, tres años antes de que surgiera el boom del coche eléctrico.
¿El destino de los proyectos? Cajones cerrados con llave en alguna sala de Capitulares, Rey Heredia o Gran Capitán...lo mismo da...que da lo mismo en esta ciudad.Ahora me queda un dilema. En esta ciuda cargada de silencios, mediocridad y de miedo a la libertad...¿qué versión les cuento a los oyentes de Radio Córdoba?